CONFESÉMOSLO: la mayoría nos situamos a favor o en contra del Concierto -lean también Convenio- en función de nuestras simpatías, por pura intuición o, en el mejor de los casos, a partir de media docena de nociones pedestres. No es poca cosa esta última, teniendo en cuenta que para el común de los mortales de las demarcaciones autonómica y foral de Euskal Herria, el instrumento que tanto influye en su día a día es un perfecto desconocido.
La buena noticia para partidarios, detractores y, especialmente, ignorantes -en el sentido más neutro de la palabra- es que Pedro Luis Uriarte nos acaba de proporcionar, literalmente gratis et amore, el modo de cubrir esa falla.
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