Atendiendo al criterio de población, la CAV habría pagado 4.400 millones de más.
Frente a lo que pueden argumentar sus detractores, el Concierto Económico no supone ni que los vascos no contribuyan a las finanzas del Estado, ni ha generado un paraíso fiscal en Euskadi y, por supuesto, no supone una concesión ante la actividad de ETA.
Aplicando una estimación en base a las Leyes Quinquenales del Cupo, la CAV en el periodo 1981 a 2014 habría generado un Cupo bruto del orden de los 123.159 millones de euros, una vez descontado el coste de las transferencias que ejerce Euskadi, el resultado es que la CAV ha abonado al Estado en estos años un total de 23.000 millones por el coste de las competencias no transferidas y las funciones que se reserva en exclusiva el Estado más la parte correspondiente a los fondos de solidaridad interterritorial, siempre en base a la imputación del 6,24%.
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